Ganó el corazón

Unas elecciones, que siempre parecen la misma. Otro juego más para sentir que tras las mentiras elocuentes de los elegidos aún perdure algo de nuestra decisión, de nuestro voto expresado, de nuestra esperanza.

Pero de repente sube alguien distinto a la tribuna, y sin ser más que nadie, precisamente por ser como los demás, es distinto en la tribuna.

Y habla:

Porque aún es posible escuchar palabras honestas y verdaderas desde la tribuna, por ello debemos seguir luchando para que en la calle, en el trabajo, en nuestro hogar no sólamente perduren las palabras que desde el corazón hablan y escuchan, sino que las acciones cotidianas las acompañen.

KMN